Con presión de Estados Unidos, los miembros de la Unión Europea (UE) aprobaron adelantar a 2028 el cese de las importaciones de hidrocarburos rusos, una medida que busca eliminar la dependencia energética y que aún debe ser negociada con el Parlamento Europeo. La propuesta fue respaldada ampliamente, aunque encontró el rechazo de Eslovaquia y Hungría, quienes argumentan riesgos para su seguridad energética.