¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Fuerte advertencia de Techint: Paolo Rocca evalúa cerrar la planta SIAT si el gasoducto para el GNL compra los caños a China

Paolo Rocca, líder de Techint, advirtió al Gobierno que podría cerrar la histórica planta SIAT en Valentín Alsina si el consorcio Southern Energy compra caños chinos para el nuevo gasoducto de GNL, donde el factor precio es decisivo.

Por Redacción

Martes, 09 de diciembre de 2025 a las 11:53

Paolo Rocca, el principal directivo del conglomerado Techint, está considerando la posibilidad de cerrar la histórica fábrica SIAT Tenaris en Valentín Alsina si finalmente se eligen tubos de origen chino para el gasoducto de 480 kilómetros. Este ducto transportará gas de Vaca Muerta hasta la costa rionegrina de San Antonio Este, y será el primer sistema dedicado en exclusiva a las exportaciones de Gas Natural Licuado (GNL).

La decisión final sobre la compra se anunciará en las próximas semanas, pero el mensaje ya ha sido comunicado a los despachos gubernamentales: si Argentina prioriza las exportaciones de GNL utilizando insumos chinos, Rocca podría suspender las operaciones en la principal planta de producción de tubos del país.

La fábrica SIAT —inaugurada en 1948— da empleo a entre 300 y 400 trabajadores y actualmente está produciendo los caños para el proyecto Duplicar Norte. No obstante, su futuro se encuentra en suspenso.

 La licitación global que genera tensión

El proceso de compra es dirigido por el Vehículo de Proyecto Único (VPU) San Matías Pipeline, el cual fue presentado para acogerse al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

Además de China, en la licitación compiten empresas de India, España, Colombia, México, Japón, Grecia y Turquía.

La adquisición se realizará para el consorcio Southern Energy (SESA), integrado por PAE, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG.

Se ha comunicado que la determinación se basará exclusivamente en criterios de precio y competitividad.

El antecedente que desató la alarma

En noviembre pasado, arribaron a Río Negro 10.000 toneladas de caños chinos revestidos de concreto, destinados a tramos onshore y offshore menores del sistema que enlazará el gasoducto San Martín con la zona portuaria.

Ese envío provocó una reacción inmediata. Tenaris ha estado cotizando sus productos entre 10% y 25% más caro que otros fabricantes internacionales, y esa diferencia preocupa al empresario, quien sostiene que existe competencia desleal por parte de China.

En el sector industrial se argumenta que el diferencial de costo se debe a la mayor calidad del acero de Techint; sin embargo, en proyectos con márgenes de rentabilidad tan ajustados, esa justificación no siempre es suficiente.

La amenaza explícita: cierre de SIAT si ganan los chinos

Según fuentes internas del sector, Rocca contempla una acción drástica: suspender las actividades en SIAT Tenaris si un proyecto de exportación argentino opta por comprar a China.

Esto iría más allá de un simple conflicto comercial. Para Rocca, representaría una señal política y estratégica de que Argentina elegiría exportar materias primas sin incluir valor agregado industrial nacional.

La advertencia ya circula en la órbita del Gobierno. La respuesta oficial ha sido categórica: "Las licitaciones son transparentes y gana la mejor opción. El precio es clave".

Tal como reportó Ariel Maciel en Perfil, existe malestar en algunos sectores que interpretan la postura de Techint como una acción de presión.

"Tenaris está presionando para ganar una licitación que aún está en curso. Creen que solo compiten con China, pero también hay otros proveedores con chances de ganar y ser más competitivos que ellos. De hecho, en las últimas licitaciones internacionales, Techint presentó costos por los caños que fueron 25% más caros que las ofertas más competitivas", señalaron a Perfil fuentes conocedoras del tema.

"Es una operación", dicen desde una empresa vinculada al desarrollo del proyecto.

 Márgenes mínimos y la búsqueda de reducción de costos en GNL

Los proyectos de exportación de GNL a nivel global operan con rentabilidades limitadas. Una diferencia de costos del 10% o 25% en los caños puede generar sobrecostos de US$ 50 millones, lo que podría comprometer la viabilidad financiera del gasoducto.

El esquema de precios es el siguiente:

  • Gas puesto en Río Negro: US$ 4,50 por MMBTU.

  • Licuefacción: US$ 3.

  • Transporte marítimo: US$ 1,20.

Para que la exportación a Europa sea rentable, todo el upstream —desde Vaca Muerta hasta la costa— debe funcionar por debajo de US$ 2. Con este mapa de costos, el precio del acero deja de ser un factor menor.

🇨🇳 Conducción del Proyecto y la Influencia China

El consorcio Southern Energy será el responsable del ducto y de las operaciones de exportación.

La dirección del proyecto está en manos de PAE, la cual tiene entre sus accionistas a la estatal china CNOOC, que posee el 25% en Bridas. Por ello, para Rocca, que el proyecto concrete una compra a China representaría un doble revés: competir contra precios más bajos y, además, perder un megacliente debido a la influencia de Beijing.

🇦🇷 Expansión Programada del GNL Argentino

Southern Energy tiene planificado exportar:

  • 2,45 MTPA de GNL a partir de 2027, utilizando el buque Hilli Episeyo.

  • +3,5 MTPA adicionales desde 2028, mediante el buque MK II.

El negocio total podría generar US$ 2.500 millones por año.

Mientras tanto, YPF avanza junto a ENI (Italia) y XRG/Adnoc (Emiratos) en un proyecto aún más grande para 2029-2030, estimado en US$ 12.500 millones, aunque la reciente salida de Shell ha encendido algunas alarmas.

⚖️ El Dilema Industrial Argentino

Lo que se está debatiendo excede un simple contrato: es el papel de la industria metalúrgica argentina dentro de la cadena de valor del GNL.

Si China prevalece basándose en el precio, Techint anticipa un riesgo sistémico: pérdida de actividad, caída de puestos de trabajo y una dependencia creciente de insumos importados.

Si Argentina impone la compra local, el riesgo es distinto: proyectos con menor competitividad y exportaciones que podrían no alcanzar la rentabilidad necesaria.

Esta tensión —entre la industria local y la competitividad internacional— se mantiene al rojo vivo.