El Gobierno Nacional oficializó la creación de la Secretaría de Asuntos Nucleares dentro de la órbita del Ministerio de Economía. Esta nueva dependencia tendrá como principal encomienda la coordinación de las diversas áreas del sistema nuclear y la dotación de un mayor dinamismo a la ejecución de políticas específicas del sector. Esta convocatoria se alinea con la hipotética meta gubernamental de integrar la minería, la energía y el desarrollo tecnológico para restablecer la posición de Argentina en el panorama mundial del uranio y las aplicaciones nucleares.
En consonancia con esta determinación, la novedad política central reside en la designación del funcionario que liderará esta nueva etapa: Federico Ramos Nápoli. Hasta el momento de su nombramiento, Ramos Nápoli se desempeñaba como presidente de Dioxitek, una empresa estatal clave que participa activamente en el ciclo de combustible nuclear y que produce tanto dióxido de uranio para las centrales, como fuentes de Cobalto-60 destinadas a aplicaciones médicas e industriales.
Perfil del funcionario y argumentos de la designación
Ramos Nápoli es abogado, egresado de la Universidad de Buenos Aires, con una maestría en Derecho y Economía de la Universidad Torcuato Di Tella. Cuenta con especializaciones en derecho administrativo y corporativo, según su perfil biográfico institucional (dioxitek.com.ar). Su desembarco inicial en Dioxitek ocurrió en 2024 como gerente general, siendo promovido a la presidencia en octubre de 2025.
En el anuncio de la creación de la secretaría, se puso de relieve que su gestión al frente de Dioxitek estuvo vinculada a un proceso de reestructuración con objetivos de ordenamiento financiero y optimización operativa. Además, se destacó su labor de articulación con otros componentes del ecosistema nuclear, como Nucleoeléctrica y la CNEA, y su trabajo en el desarrollo de radioisótopos para el reactor RA-10. Para el Ejecutivo, esta trayectoria se erige como uno de los fundamentos clave para ubicarlo a la cabeza del nuevo esquema de coordinación sectorial.
Controversia y Expectativas Políticas
No obstante el enfoque oficial, la figura de Ramos Nápoli no está exenta de controversia política. Fuentes especializadas enfatizan que el funcionario integra el círculo político cercano a Santiago Caputo. En el ámbito público, se recuerda que su historial profesional previo estaba más ligado a esferas político-administrativas que a una trayectoria de índole técnica dentro del sector nuclear. Esta interpretación sustenta las críticas que circulan en ciertos ambientes del sistema científico y en segmentos de la conversación pública: el cuestionamiento no apunta a la importancia estratégica de la agenda nuclear, sino al perfil seleccionado para pilotearla.
En resumen, la designación de Ramos Nápoli simboliza la apuesta del Gobierno por un perfil de gestión joven que ya administró una empresa crucial del ciclo de combustible. Ahora, tendrá la responsabilidad de coordinar una agenda compleja que entrelaza energía, minería de uranio, tecnología y posibles decisiones de inversión. La efectividad de este esquema reestructurado se evaluará en logros palpables: la continuidad del abastecimiento, la mejora de las capacidades industriales, y la definición de una hoja de ruta clara que vincule a CNEA, Dioxitek, Nucleoeléctrica y al resto del entramado estatal del sector.