El Gobierno Nacional anunció hoy la modificación de los esquemas de subsidios destinados a los servicios de electricidad, gas natural y gas en garrafas, con implementación a partir del 1 de enero de 2026 en todo el país. La estrategia definida por el Ministerio de Economía es focalizar la asistencia para asegurar que el apoyo se dirija "solamente a quienes la necesitan, cuando la necesitan", reforzando así la contención del gasto público y dando continuidad al ajuste fiscal el próximo año. Para los consumidores, esta reestructuración se traducirá en un incremento adicional en el costo final de las facturas.
El impacto principal recaerá sobre 7.000.000 familias, lo que representa un 45% de la población argentina, que dejarán de recibir la ayuda estatal. Los 9.100.000 de hogares restantes que seguirán contando con el soporte del Estado verán modificados sus topes de consumo subsidiable, los cuales serán ajustados de acuerdo con la estación del año.
Los cambios serán puestos a disposición para una consulta pública online en los días venideros y su aplicación se iniciará con el Año Nuevo. El Gobierno proyecta que estas modificaciones permitan reducir el gasto en subsidios energéticos del 0.65% del Producto Interno Bruto (PIB) con que cerrará 2025 al 0.5% del PIB en 2026, lo que equivale a un ahorro aproximado de 1.000 millones de dólares.
Fin de la segmentación de tres niveles y nuevo Régimen SEF
La primera alteración fundamental es el desmantelamiento del esquema de segmentación de tarifas vigente desde finales de 2022. Este será reemplazado por un nuevo Régimen de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF). Las tres categorías actuales de usuarios (N1 - Ingresos altos, N2 - Ingresos bajos y N3 - Ingresos medios), basadas en patrimonio e ingresos, serán eliminadas, dando paso a solo dos grandes grupos: hogares con subsidios y hogares sin subsidios.
Los usuarios catalogados sin subsidios serán aquellos cuyo ingreso familiar supere el equivalente a tres canastas básicas totales o "de pobreza", lo que se traduce en $ 3.641.397 por mes. Se mantendrán, además, otros criterios para la exclusión del beneficio, como poseer tres o más vehículos de antigüedad inferior a cinco años, tres o más inmuebles, o una embarcación o aeronave catalogada como de lujo.
El resto de la población se considerará usuarios con subsidios: aquellos con ingresos inferiores al tope mencionado y que no cumplen la totalidad de los criterios de exclusión. Se estima que este grupo incluye cerca de 9.100.000 hogares en el servicio de electricidad.
Actualmente, el 40% de los hogares está clasificado como N1 (Ingresos altos), recibiendo subsidios al gas natural y la electricidad, pero en menor proporción que los usuarios N2 (Ingresos bajos) y N3 (Ingresos medios), que suman el 60% restante.
Con esta primera modificación, los actuales hogares N1 asumirán la totalidad del costo de generación de gas y electricidad. Además, unas 140.000 familias (1% del total) clasificadas hoy como N3 también perderán el subsidio.
Antes de este cambio, los usuarios residenciales pagaban el costo pleno de la energía de la siguiente forma:
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Mayores ingresos (N1): Pagaban el 89% del costo total de la electricidad y el 76% del gas (recibían un subsidio del 11% y 24%, respectivamente).
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Ingresos medios (N3): Cubrían el 44% del precio mayorista de la luz y el 25% del gas (con un subsidio del 56% y 75%).
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Ingresos bajos (N2): Pagaban el 30% de la luz y el 20% del gas (subsidio del 70% y 80%).
Esta segmentación será ahora sustituida por la simple distinción entre las dos nuevas categorías.
Aplicación estacional y gradual de los subsidios eléctricos
La segunda novedad introducida por el Gobierno afecta los volúmenes de consumo subvencionados. Se abandona el tope actual (250 kilovatios-hora [kWh] para N3 y 350 kWh para N2) y se establece el siguiente esquema uniforme para todos los hogares subsidiados:
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Verano e Invierno: Un tope de 300 kWh mensuales subsidiables.
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Otoño y Primavera: Un tope reducido a 150 kWh por mes.
Estos bloques de consumo subsidiables serán facturados a los usuarios con ayuda estatal al 50% de su costo real como base. Adicionalmente, se incorporará una bonificación extra del 25% a partir de enero de 2026, la cual está diseñada para descender gradualmente a lo largo del año a criterio del Ejecutivo, hasta su completa eliminación.
Esto significa que los bloques de consumo subsidiables comenzarán con una bonificación total del 75% en enero y descenderán a un total aproximado del 50% en diciembre de 2026.
Actualmente, el precio promedio del sistema eléctrico asciende a 75 dólares por megavatio-hora (MWh), costo que será cubierto íntegramente por los hogares sin subsidios.
Estabilización anual del precio del gas
La tercera modificación significativa se centra en la uniformidad de los precios mayoristas del gas a lo largo del año. El costo se fijará en 3,80 dólares por millón de BTU permanentemente. En el esquema actual, el precio trasladado a las tarifas es de US$ 2,90 dólares en verano y US$ 4,50 en invierno.
Esta nivelación implicará un aumento considerable en el precio pagado por los hogares durante los meses venideros, aunque este impacto será mitigado porque es el período del año con menor consumo de gas. Para los usuarios que conserven el subsidio, el Estado cubrirá el 50% de este costo durante el período de invierno (abril a septiembre).
Es importante señalar que los hogares no necesitarán reinscribirse para seguir recibiendo los subsidios, ya que el Gobierno utilizará las bases de datos ya existentes. No obstante, los usuarios tienen la opción de actualizar su información si así lo desean.
Impacto proyectado en las facturas de servicios
Según las proyecciones oficiales, el nuevo esquema resultará en los siguientes costos para los hogares:
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Electricidad (Verano): El 66% de los hogares pagará menos de $ 44.000 por el servicio, mientras que el 81% abonará menos de $ 67.000.
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Gas (Invierno): El 56% de los hogares pagará menos de $ 14.000, y el 75% desembolsará menos de $ 56.000.