En los últimos días comenzó a correr fuertemente entre actores del sector privado, la información que el gobierno de Neuquén, a cargo de Rolando Figueroa, aumentará las regalías sobre nuevas conseciones de explotación en Vaca Muerta: pasarían de un 12% a un 18%. El mismo incremento regirá para las explotaciones ya existentes que cambien de titularidad.
Asimismo, la petrolera estatal neuquina Gas y Petróleo (GyP), deberá tener al menos un 10% de participación accionaria en las nuevas conseciones de explotación no convencional.
Estos incrementos fueron posibles gracias a las modificaciones normativas de la llamada Ley Bases, impulsada por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger y que fuera una de las puntas de lanza de los primeros meses de la gestión de Javier Milei.
Estas condiciones impuestas por el gobierno provincial, ya fueron aplicadas en la negociación del traspaso accionario de las zonas de La Escalonada y Rincón de la Ceniza, de la francesa TotalEnergies a YPF. Allí, la nueva conformación societaria establece para Vaca Muerta Inversiones de YPF el 45% de participación y rol de operador; para Shell el 45% de participación y el 10% de participación para GyP.
Argumentos
Desde la gobernación neuquina dieron una serie de argumentos del por qué de esta decisión. En primer lugar el riesgo asumido desde el inicio de la exploración en Vaca Muerta es proporcionalmente muy inferior. “Hoy un proyecto de shale oil en Vaca Muerta tiene una TIR (Tasa Interna de Retorno) cercana al 40% cuando en 2014, la rentabilidad era negativa”, expresaron al portal Econojournal.
“En cuencas mucho más desarrolladas, como por ejemplo Canadá, el royalty (regalía) que cobra el Estado varía en función de cuán productiva o rentable sea la zona donde esté emplazado el yacimiento. ¿Por qué en Neuquén no podemos migrar hacia ese modelo?”, agregaron.
Por otro lado, a lo largo del recorrido que vienen haciendo las empresas en Vaca Muerta, muchas de ellas no cumplieron con los contratos de conseción. Algunos de ellos fueron otorgados por periodos de 35 años, en áreas muy extensas, por lo que se genera un desaprovechamiento de la concesión otorgada por la provincia.
“Hay empresas que obtuvieron una renta especulativa más propia de un negocio inmobiliario que al de una petrolera. De ahí la decisión de la provincia de otorgar de ahora en más bloques más chicos con superficies que no superen los 250 km2”, expresaron desde la gobernación.
Según lo expresado por las autoridades de la gobernación, los nuevos fondos originados por las mayores regalías estarán destinadas para obras de infraestructura. Cabe destacar que el desarrollo de Añelo y otras áreas cercanas a Vaca Muerta aún son muy rudimentarios, con caminos que no están en condiciones de soportar el tránsito desde las áreas de explotación.