La refinería Refi Pampa, una entidad que posee participación estatal y opera un sistema de distribución mayorista, ha ingresado oficialmente en concurso preventivo de acreedores. La empresa confirmó este procedimiento el miércoles mediante una comunicación dirigida a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Este proceso legal había sido iniciado a principios del mes anterior, luego de la resolución tomada por su directorio el 29 de agosto. El objetivo declarado por la firma es asegurar la continuidad operativa de la refinería y proteger las fuentes de trabajo de su personal. El presidente de Refi Pampa, César Castillo, informó el miércoles que la apertura formal del concurso fue aceptada por el Juzgado en lo Civil, Laboral, Comercial y Minería de la Circunscripción Nro. 3 de La Pampa, con fecha 26 de septiembre.
Panorama Financiero y Legal
Refi Pampa, en la cual Pampetrol Sapem S.A. posee un 20% de las acciones, enfrenta un escenario de intensa presión económica. La compañía se encuentra negociando con sus proveedores un nuevo esquema de pago para cheques que superan los $5.500 millones en total. Estos compromisos individuales varían significativamente, con montos que oscilan entre $60 millones y más de $880 millones.
La refinería también afronta dificultades legales, ya que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) ha dictado embargos sobre la totalidad de sus cuentas bancarias en el marco de distintos litigios judiciales, según reportó el diario La Nación.
Deterioro en la Calificación Crediticia y Rendimiento
La agencia Moody’s Local Argentina recientemente redujo la calificación crediticia de Refi Pampa. La calificación a largo plazo en moneda local fue degradada a D.ar (desde la previa CCC.ar), y la de corto plazo a ML D.ar, manteniendo una perspectiva estable. Este ajuste, comunicado el 12 de septiembre, refleja las "muy bajas perspectivas de recuperación para el inversor" tras el anuncio de apertura del concurso.
Moody’s señaló que la empresa incumplió el pago de amortización e intereses correspondientes a las Obligaciones Negociables Clase III Serie B, con vencimiento el 6 de diciembre. Además, la capacidad de procesamiento de crudo (el throughput) fue inferior a las expectativas: se registró un promedio de 1.150 metros cúbicos diarios durante el primer trimestre de 2025, una cifra por debajo del escenario base proyectado de 1.600 m3/día. La producción de la empresa se vio aún más comprometida durante el segundo semestre de 2025 debido a la crítica situación financiera.
El análisis de la calificadora revela que a junio de 2025, el nivel de endeudamiento de la refinería alcanzó 5,1 veces el EBITDA, superando ampliamente el límite prudente de 2 veces que maneja Moody’s. La liquidez de la compañía se ubicaba en $107 millones en caja e inversiones a corto plazo, frente a una deuda de corto plazo de ARS 35.098 millones. Finalmente, el margen EBITDA para los últimos doce meses fue de 2,8%, una disminución notable respecto al 5% registrado en 2024 y a lo proyectado para el año 2025, a pesar de que las ventas ascendieron a $294.545 millones.