En los próximos meses, YPF comenzará un trabajo de perforación extra en el bloque CN VII A, situado en la sección mendocina de la Cuenca Neuquina. Esta determinación va más allá de los requisitos mínimos de inversión originalmente establecidos por contrato y subraya el creciente interés técnico y comercial en la porción provincial de la formación Vaca Muerta.
En el marco de una profunda reingeniería de su cartera nacional —la petrolera está desprendiéndose de yacimientos convencionales maduros para enfocar sus recursos en desarrollos más rentables—, la decisión de sumar un nuevo pozo de exploración en la provincia de Cuyo es percibida como una señal de fuerte respaldo.
La titular de la cartera de Energía y Ambiente de Mendoza, Jimena Latorre, expresó su optimismo: “Esta perforación es una señal enorme de confianza en el potencial de Vaca Muerta en Mendoza. Que YPF decida no solo permanecer, sino invertir por encima del compromiso asumido, demuestra la solidez del modelo provincial y el atractivo de nuestro recurso”, declaró la ministra.
Desde la Dirección de Hidrocarburos provincial, Lucas Erio hizo hincapié en el marco normativo como elemento decisivo. El funcionario señaló: “Este pozo adicional confirma no solo el interés técnico en la ventana mendocina de Vaca Muerta, sino también la fortaleza del marco regulatorio provincial que brinda previsibilidad y condiciones adecuadas para decisiones de inversión de largo plazo.”
Foco Estratégico del Nuevo Pozo
El área CN VII A ya fue escenario de trabajos previos que arrojaron resultados muy favorables. Este nuevo punto de perforación tendrá objetivos tácticos y técnicos muy específicos para YPF:
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Detallar la composición del reservorio Vaca Muerta dentro del territorio mendocino.
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Expandir el horizonte de exploración de la formación shale hacia los cuadrantes oeste y noroeste de la provincia.
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Recopilar información fundamental para la planificación de futuros proyectos de desarrollo masivo.
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Establecer la avanzada exploratoria de YPF en la provincia cuyana.
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Dinamizar la economía local: esto incluye servicios para el sector petrolero, logística, construcción y creación de puestos de trabajo directos e indirectos.
Mientras que a nivel nacional la compañía energética prioriza grandes proyectos en Neuquén, como Bandurria Sur, Loma Campana y La Amarga Chica, el hecho de que Mendoza consiga atraer inversión exploratoria complementaria se interpreta como una prueba del atractivo geológico y del ambiente de negocios local.
La provincia combina una serie de factores decisivos para los grandes operadores: la existencia de un recurso de shale oil de calidad internacional en la zona de Vaca Muerta; una sólida infraestructura ya instalada (incluyendo oleoductos, vías de transporte y plantas de procesamiento); certidumbre legal y normativa de larga data; y un esquema de fomento diseñado específicamente para yacimientos no convencionales que mejora la rentabilidad de los emprendimientos.
Proyecciones: un 2026 con más producción y desarrollo
Las autoridades mendocinas prevén que esta perforación extra es solo el comienzo de una fase más ambiciosa. Los datos que se obtengan permitirán planificar las futuras campañas de perforación horizontal y las tareas de fractura intensiva previstas para el bienio 2026-2027, con la meta de convertir a Mendoza en un productor de shale oil de peso dentro del ecosistema de Vaca Muerta.
“Mendoza tiene un recurso competitivo, infraestructura disponible, seguridad jurídica y un modelo probado. Decisiones como esta de YPF confirman que vamos por el camino correcto”, concluyó la ministra Latorre.
En un contexto donde la República Argentina necesita con urgencia incrementar su extracción petrolera para equilibrar la balanza energética, la acción emprendida por YPF desde Mendoza envía un mensaje claro: la provincia está preparada para competir en las grandes ligas del shale a nivel nacional.