El Proyecto Aña Cuá, la ampliación de la Central Hidroeléctrica Yacyretá (EBY) sobre el Río Paraná, reinició sus obras tras casi dos años de paralización. La reactivación se concretó tras resolver trámites técnicos y administrativos, con la puesta en marcha de la primera turbina prevista ahora para 2028.
La obra, cuyo diseño original no se había concretado, sumará más de 270 megavatios (MW) de energía limpia al sistema binacional, lo que representa un 10% de capacidad adicional para Yacyretá (que actualmente opera con 3.100 MW).
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Maquinización: Se instalarán tres turbinas tipo Kaplan (90,20 MW unitarios) para una generación anual de 2.000 GW/hora.
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Caudal Ecológico: Este proyecto permitirá aprovechar el "caudal ecológico" del brazo Aña Cuá (flujo libre), cuyo no aprovechamiento significó la pérdida de cientos de millones de dólares en generación durante décadas.
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Inversión y Retorno: La inversión total es de US$450 millones. Se estima que el incremento de generación aportará unos US$80 millones adicionales por año a la EBY, fortaleciendo su solidez financiera.
Generación de empleo y bajo impacto
El reinicio de los trabajos se traduce en la creación de 1.000 nuevos puestos de empleo (distribuidos equitativamente entre operarios argentinos y paraguayos), dinamizando las economías del NEA argentino y el sur paraguayo.
El proyecto es estratégicamente importante porque "no genera nueva superficie inundada ni requiere relocalizar familias", minimizando el impacto ambiental. La reanudación fue posible gracias a gestiones conjuntas entre las autoridades de ambos países y el consorcio Aña Cuá WRT.
La obra, que tenía un 40% de avance al paralizarse en 2023, quedó en pausa debido a la falta de margen económico de las constructoras y desacuerdos por deudas históricas entre los países, sumado al contexto de parálisis de la obra pública.