Durante la última década, el país incrementó sus reservas probadas de petróleo en un 29,4% y las de gas natural en un 64,4%. Este crecimiento se ha sostenido casi enteramente gracias a la Cuenca Neuquina, en donde se destaca el yacimiento de Vaca Muerta. Los recursos no convencionales han modificado el centro de gravedad de la producción de hidrocarburos, desplazando a las cuencas tradicionales que fueron dominantes en el siglo anterior.
Las reservas petroleras aumentaron de 380.027 Millones de metros cúbicos (Mm3) en 2014 a 491.836Mm3 en 2024. La Cuenca Neuquina fue el motor principal de este salto, triplicando con creces sus volúmenes y albergando hoy el 65,5% del total de la nación, según un informe del consultor Ing. Marcelo Hirschfeldt. La diferencia con las cuencas de larga data es notoria: la Cuyana perdió cerca del 90% de sus reservas en este período, la Noroeste disminuyó en más de dos tercios, y la Austral se redujo a un tercio. Incluso la Cuenca del Golfo San Jorge, que en 2014 era la más importante, experimentó una baja del 36,9% y actualmente solo retiene el 32,7 del volumen total.
El gas natural mostró una dinámica comparable, pero con un mayor dominio de la Cuenca Neuquina. En esta región, las reservas casi se triplicaron, pasando de 147.909 a 440.417 Mil millones de metros cúbicos (MMm3) en diez años, lo que equivale al 80,6% del gas del país. Por el contrario, la Cuenca Austral, la segunda en relevancia, se contrajo de 109.497 a 68.039MMm3, con una participación actual del 12,5. El Golfo San Jorge y la Noroeste también sufrieron importantes pérdidas, superiores a un tercio y dos tercios de sus reservas, respectivamente, mientras que la Cuyana prácticamente desapareció del mapa gasífero con apenas 112MMm3.
La clave del no convencional y la concentración en Vaca Muerta
La razón fundamental de esta concentración es la explotación de los recursos no convencionales. Desde 2017, cuando estos volúmenes empezaron a ser incorporados oficialmente como reservas probadas, el incremento ha sido exponencial.
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El petróleo shale pasó de 21.101Mm3 a 293.599Mm3 en siete años, lo que ya constituye casi el 60% del total nacional.
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En gas, el salto fue aún más impresionante: de 112.700MMm3 a 420.644MMm3, equivalente al 77% de las reservas.
Casi la totalidad de este volumen procede de la misma fuente: la Cuenca Neuquina.
En Neuquén se localizan las concesiones que encabezan la lista nacional. En cuanto al petróleo, sobresalen Loma Campana con 58.397Mm3, La Amarga Chica con 35.632Mm3, y Bajada del Palo Oeste con 33.804Mm3. Respecto al gas, destacan Fortín de Piedra con 91.660MMm3, Aguada Pichana Oeste con 58.209MMm3, y Rincón del Mangrullo con 55.403MMm3. Todos estos bloques conforman el núcleo productivo de Vaca Muerta.
Las zonas de mayor producción acentúan esta distinción. En los convencionales, Cerro Dragón mantiene su peso histórico en petróleo con 92.357Mm3, y Cuenca Marina Austral 1 (plataforma offshore en Tierra del Fuego) lidera en gas con 45.504MMm3. En cambio, en los no convencionales, la supremacía corresponde a los yacimientos de Neuquén, que concentran virtualmente todo el crecimiento de la última década.