La provincia de Formosa está avanzando con decisión en la diversificación de su matriz energética, con una inversión total superior a los 192 millones de dólares y una ambiciosa meta de alcanzar los 217 MW de capacidad instalada. La construcción de parques solares en ocho localidades, entre ellas Ingeniero Juárez, Las Lomitas, Laguna Blanca e Ibarreta, impulsados por grandes firmas como MSU Green Energy y Ambientes y Energía SAS, está transformando a la provincia en un protagonista clave del nuevo panorama energético regional.
Formosa, históricamente catalogada como periférica dentro del sistema eléctrico nacional, aspira ahora a consolidarse como un eje esencial de energías renovables en el Noreste Argentino (NEA). Este logro es resultado de una combinación estratégica: la planificación estatal rigurosa y la inyección de capitales privados multimillonarios. Esta sinergia no solo diversifica la provisión eléctrica, sino que también abre un promisorio horizonte de desarrollo sostenible.
El impulso de la transición energética en Formosa no es un fenómeno aislado; forma parte de una tendencia nacional más amplia, donde otras provincias como Chaco también están implementando centrales solares para abastecer a miles de hogares. Sin embargo, el caso formoseño sobresale gracias a una previsión pública que ya había instalado estaciones transformadoras de 500 kV y 132 kV en diversas áreas, lo cual ha facilitado considerablemente la llegada e integración de estos proyectos.
A nivel global, la energía solar es una de las fuentes de crecimiento más acelerado, impulsada por la continua reducción en el costo de los paneles y la tecnología asociada, lo que justifica el gran interés del sector privado. La materialización de estos proyectos en Argentina es un claro reflejo de esta inclinación global hacia la sostenibilidad energética.
Inversiones millonarias y proyectos líderes
Dos importantes compañías están a la cabeza de esta transformación: MSU Green Energy y Ambientes y Energía SAS, que en conjunto aportarán inversiones por 102 millones de dólares. MSU Green Energy ya opera el Parque Solar Ingeniero Juárez (15 MW) y tiene en desarrollo el Parque Solar Las Lomitas (22 MW). Juntos, estos dos complejos sumarán una capacidad de 37 MW.
Estas estructuras, que ocuparán un total de 80 hectáreas y utilizarán más de 63.000 paneles solares, no solo producirán electricidad limpia, sino que generarán un impacto medioambiental positivo significativo: reducirán más de 43.000 toneladas de CO2 al año y darán servicio a más de 33.000 viviendas formoseñas.
Por su parte, Ambientes y Energía SAS está desarrollando un megaproyecto de parques solares con una inversión estimada de 67 millones de dólares. Este complejo alcanzará una potencia de 80 MW en las regiones de Laguna Blanca, Ibarreta y Pirané. Los proyectos ya han sido licitados y adjudicados, y solo resta la aprobación de CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) para iniciar las obras.
A estas iniciativas se suman proyectos adicionales planificados para la capital Formosa, Clorinda y Güemes, que tienen prevista una capacidad de 100 MW extra. La licitación para seleccionar a la empresa encargada de construir dichos parques solares se llevará a cabo el 30 de septiembre.
Beneficios locales y ambientales
La instalación de estos parques solares desencadena una serie de ventajas que van más allá del ámbito energético. En primer lugar, se potencian las oportunidades de empleo en las comunidades cercanas. Al mismo tiempo, se dinamiza la actividad de proveedores locales y las economías regionales, que encuentran en estos desarrollos una fuente de crecimiento estable.
"Revolucionamos los pueblos donde construimos estos parques, movilizando la economía local y promoviendo el desarrollo", sintetizó Juan Pablo Martínez, gerente de energía renovable de MSU Green Energy.
Además, esta nueva infraestructura ofrece una importante mejora en el servicio eléctrico para diferentes áreas de la provincia. En un contexto global caracterizado por la urgencia de recortar emisiones y afrontar los altos costos energéticos, Formosa ofrece una alternativa que se traduce en menos gases de efecto invernadero, mayor disponibilidad de energía limpia y un modelo de desarrollo que equilibra innovación privada, políticas gubernamentales y protección del medio ambiente.