El Oleoducto Trasandino (Otasa), línea que comunica el norte de Neuquén con Chile, permaneció inoperativo por 17 años. Hoy, a tan solo dos años de su reactivación, este ducto se posiciona como protagonista del pacto comercial más grande jamás suscrito por la Empresa Nacional de Petróleo de Chile (Enap), que se compromete a pagar 12.000 millones de dólares para importar petróleo de Vaca Muerta por algo más de siete años.
La información fue divulgada por Enap. Se detalló que el acuerdo (formalizado mediante una serie de contratos idénticos) fue sellado con productoras clave de Vaca Muerta: YPF, Shell Argentina, Vista Energy y Equinor. El compromiso implica la exportación diaria de más de 75.000 barriles de crudo a través de Otasa, abarcando desde enero de 2026 hasta junio de 2033.
Cifras que superan el comercio binacional
La empresa chilena recalcó la trascendencia económica del convenio: «Los contratos, suscritos tras un proceso de negociación y pruebas operacionales de más de dos años, involucran un valor proyectado cercano a los 12.000 millones de dólares, convirtiéndolo en el mayor acuerdo comercial en la historia de Enap».
Para contextualizar el alcance, la estatal chilena puntualizó que: «a modo de referencia, el intercambio comercial anual total entre Chile y Argentina es hoy cercano a 8.000 millones de dólares». Estos nuevos intercambios añadirán alrededor de 1.500 millones de dólares al año, solo por la importación de este crudo.
Seguridad energética y beneficio ambiental
Julio Friedmann, gerente general de Enap, destacó la visión estratégica detrás de la firma: “Este es un hito de mucha relevancia y coherencia con las definiciones estratégicas que hemos adoptado y que está en línea con el plan que proyecta Enap al 2040. El resultado de este acuerdo contribuye a mejorar la competitividad de Enap y permite a nuestro país contar con mayor seguridad energética, pues podremos fortalecer la producción de combustibles fundamentales para las industrias, el transporte y la vida cotidiana de las personas”.
La compañía especificó que el suministro del crudo argentino «permitirán reforzar la seguridad y estabilidad del suministro de crudo hacia nuestro país, al conectar en forma continua por un oleoducto». Se estima que la cantidad adquirida cubrirá aproximadamente el 35% de la necesidad anual de crudo de Enap.
Para Chile, la importación vía oleoducto ofrece una ventaja crucial sobre el transporte marítimo, el cual suele verse afectado por interrupciones debido a la congestión portuaria o las malas condiciones climáticas.
Los acuerdos estipulan el uso del Oleoducto Trasandino, cuya reactivación data del 25 de mayo de 2023. La tubería de 400 kilómetros enlaza la cabecera en Puesto Hernández (Neuquén) con las instalaciones de Enap en Hualpén, ubicadas en la Región del Biobío.
Otro factor determinante para concretar estos pactos, tras dos años y medio de importaciones preliminares, es la composición del crudo de Vaca Muerta. Este presenta un menor contenido de azufre que otros proveedores, un aspecto sobre el cual Enap remarcó que «resulta beneficioso desde el punto de vista ambiental».
Nuevo Hub de exportación al Pacífico
Desde Enap se indicó que este convenio también apuntala la posición logística de la empresa, ya que hará viable la exportación del excedente de crudo de Vaca Muerta a través del Terminal Marítimo de San Vicente, en Talcahuano. Esto potenciará dicho complejo como un nuevo centro (hub) para la salida de petróleo hacia el océano Pacífico. En términos prácticos, el crudo no procesado por las refinerías chilenas podrá ser despachado a otros destinos desde este puerto.
El gerente general de Enap subrayó que el tránsito por ducto no solo garantiza una reducción de los costos financieros y de los tiempos de traslado del crudo, sino que la empresa también mantendrá activas sus opciones de importación marítima internacional, reforzando así su flexibilidad ante eventuales inconvenientes en el suministro argentino.