El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) se dispone a lanzar el plan "Electromovilidad Porteña", una iniciativa que se llevará a cabo en colaboración con empresas privadas. El objetivo es instalar 400 puntos de recarga para vehículos eléctricos en el transcurso de los próximos 24 meses.
Esta propuesta, alineada con la transición energética global, podrá materializarse en diversos sitios: estaciones de servicio, estacionamientos comerciales, en las aceras próximas a parques o plazas, y frente a edificios de uso público.
El Gobierno local comunicó que, conforme al nuevo esquema, las empresas asumirán la inversión, el montaje y el mantenimiento de los cargadores. Por su parte, la Ciudad establecerá los criterios técnicos, otorgará los permisos requeridos y supervisará el ordenamiento del espacio urbano. "La electromovilidad es uno de los grandes desafíos urbanos de la próxima década y Buenos Aires facilita el desarrollo de la infraestructura de carga para vehículos eléctricos en la vía pública con una nueva normativa", manifestó la administración porteña.
Especificaciones y ubicación de los cargadores
Según la información difundida, para la colocación en espacios privados con acceso al público (como parkings comerciales, estaciones de servicio y playas de centros comerciales), se podrán instalar equipos de corriente alterna a partir de 7 kW (carga estándar), con la alternativa de elegir cargadores de corriente continua (carga rápida).
También se contempla la instalación en la vía pública con una potencia mínima de 22 kW para carga semi-rápida, utilizando tanto corriente alterna como continua. Una pauta fundamental es que todos los puntos de recarga deberán estar asociados a una aplicación móvil que informe en tiempo real sobre la disponibilidad de los cargadores.
Dónde se podrán situar
En la vía pública, las estaciones de carga se permitirán únicamente en las aceras de parques y plazas no consideradas "emblemáticas", delante de dependencias gestionadas por el Gobierno de CABA y frente a locales comerciales. Se exigirá su colocación en lugares donde el estacionamiento esté permitido las 24 horas. Habrá un límite de dos puestos de carga por manzana, con su correspondiente señalización, y queda prohibida su instalación sobre la calzada.
"Queremos ser referentes en infraestructura de carga eléctrica y acompañar el desarrollo de esta industria sin emisiones contaminantes. Nuestro objetivo es alcanzar las 200 estaciones de carga en espacios privados con acceso público y otras 200 en espacios públicos en los próximos dos años", declaró el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, durante el encuentro con directivos del sector. En el acto estuvieron presentes también el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny, y el ministro de Movilidad e Infraestructura, Pablo Bereciartua.
A través de estas decisiones, la capital argentina busca consolidarse como un modelo en infraestructura de recarga en el país para promover el transporte sostenible. Este programa complementa otros beneficios ya existentes, como la exención del 100% de la patente para autos completamente eléctricos e híbridos durante dos años, y las exenciones en el pago de peajes en las autopistas de la Ciudad, vigentes hasta agosto de 2026.
“La Ciudad está avanzando hacia la electromovilidad y queremos que el sector privado nos acompañe en este proceso. El parque automotor eléctrico tendrá un aumento significativo y estamos fijando reglas claras para alentar la inversión genuina en Buenos Aires con infraestructura eléctrica de carga«, detalló Bereciartua en la presentación de los nuevos cargadores.
La iniciativa, que tiene como fin transformar la matriz de transporte de la urbe, se suma a otros proyectos notables, como la puesta en funcionamiento de la primera línea de buses eléctricos que recorre el centro porteño, conectando Parque Lezama con Plaza San Martín, en Retiro.
Adicionalmente, el TramBÚS, con unidades 100% eléctricas, silenciosas y sin contaminantes, beneficiará a aproximadamente 50.000 pasajeros diarios al enlazar Nueva Pompeya con el Aeroparque Jorge Newbery y Barrancas de Belgrano. Se establece, además, que a partir del año 2027, los buses urbanos deberán incorporar nuevas unidades con tecnologías limpias (eléctricas o a GNC) y renovar las antiguas con un límite de antigüedad de 10 años.