La producción de criptomonedas como el Bitcoin, conocida como "minado", es una actividad que demanda una gran cantidad de energía. De hecho, si las "criptogranjas" (instalaciones con cientos de computadoras dedicadas a esta labor) de todo el mundo sumadas, fuesen un país, su consumo energético superaría con creces al consumo total de la Argentina. Por esta razón, un número creciente de ellas está optando por fuentes de energía renovable.
El empresario argentino José Sarasola, fundador de la startup Cryptogranjas, se ha posicionado como uno de los pioneros en el uso de energías limpias para el cripto-minado en el país.
"Convertimos el gas metano y el CO2 contaminante de los pozos petroleros en energía verde; y de este modo generamos dinero cuidando el ambiente", comentó Sarasola en una entrevista para el portal iProfesional durante el evento CritptoLatam, celebrado en Buenos Aires a principios de septiembre.
¿Cómo lo consiguen? "Utilizamos el gas natural asociado a la producción de petróleo, que suele quemarse por venteo ante la imposibilidad de ser inyectado a la red de distribución. Para esto instalamos centros de datos modulares in situ, donde más de 1.200 equipos de procesamiento de alta capacidad de cómputo resuelven algoritmos matemáticos para obtener criptomonedas. También estamos evaluando sumar computadoras para el entrenamiento de Inteligencia Artificial", explicó Sarasola.
Doble beneficio
Esta actividad, según el fundador de Cryptogranjas, ofrece un doble beneficio. "Por un lado, evitamos que miles de metros cúbicos de CO2 y metano (un gas de efecto invernadero 20 veces más poderoso que el CO2) se liberen a la atmósfera, y por el otro generamos valor local al instalar las granjas de criptomonedas asociadas a la producción de petróleo no convencional".
La trayectoria de Sarasola en el mundo del emprendimiento se remonta a más de dos décadas, cuando en 2002, después de vivir y trabajar en Australia, retornó a la Argentina en un periodo económico muy desafiante. "La gente estaba sin dinero y sin trabajo, los comedores populares no daban abasto, y pensé que había que ponerse media pila para salir adelante", recordó.
En 2017, junto al emprendedor Kevin Belcher, se aventuraron en el incipiente sector de las criptomonedas. Con ese objetivo, compraron una máquina de minado por E-Bay que, para su sorpresa, jamás funcionó. "La abrimos y desarmamos entera, pero no logramos ni siquiera prenderla. Fue asi como sin buscarlo nos metimos a importar equipos de minado y armar cripto-granjas para terceros", relató Sarasola.
"Siempre nos preocupó el impacto ambiental del cripto-minado y por eso empezamos a buscar alternativas para el uso de energías renovables", afirmó. Con esta visión, en 2022 la empresa puso en marcha en Córdoba la primera Bio-Critptogranja, que convierte los desechos de feedlots en energía para el minado de Bitcoins. A finales de 2023, la compañía se instaló en Vaca Muerta con el mismo propósito, aprovechando el gas de venteo de los yacimientos petroleros.
Financiación y expansión
Para financiar su negocio, Cryptogranjas organiza fideicomisos donde tanto individuos como compañías invierten, para participar en la construcción de una planta de energía renovable y una de cripto-minería en un mismo terreno. "Este tipo de fideicomisos son únicos en el mundo, y permiten que los inversores tengan todos los beneficios de invertir en energía renovable, sumados a los beneficios de invertir en criptomonedas", señaló Sarasola.
El proyecto en Vaca Muerta, en el que la compañía ya ha invertido 1 millón de dólares, se divide en tres fases. La primera etapa, que ya está en marcha gracias a un acuerdo con Petróleos Sudamericanos (PS), consiste en una granja de 350 KW que consume 3.500 m3 de gas diariamente. "Son 12.000 terahash en lo que respecta a minería de Bitcoins. Es una granja mediana para lo que es el sector", detalló Sarasola. "La segunda etapa consiste en llevar las operaciones a 1.000 KW, consumiendo 10.000 m3 por día, y la etapa tres consiste en sumar a otras petroleras para llevar a 20.000 KW, consumiendo unos 200.000 m3 por día. Esto requiere una inversión de u$s18 millones", informó.
El impacto del caso $Libra
En relación al efecto que tuvo en el mercado de criptomonedas el caso "LibraGate", protagonizado por el presidente Javier Milei al promocionar la criptomoneda Libra desde su cuenta en X, y las acusaciones de rug pull (una estafa en la que los creadores inflan el valor de un token, abandonan el proyecto y causan su colapso, quedándose con el dinero de los inversores), Sarasola comentó: "Al principio hubo una retracción, pero luego volvió la confianza. Hay que diferenciar casos como éste del valor real que aporta el mundo cripto y la tecnología blockchain que hay detrás al desarrollo productivo y financiero del país".
"Las criptomonedas como Bitcoin son herramientas para el ahorro y la inversión, y representan un paradigma de finanzas descentralizadas que no tiene vuelta atrás", aseveró el fundador de Cryptogranjas.
Según datos de la ONG Bitcoin Argentina, el país cuenta con aproximadamente 2.5 millones de usuarios de Bitcoin y otras criptomonedas, un sector que se encuentra en constante crecimiento.