Lejos de los anuncios multimillonarios de invesión, con el foco puesto en el yacimiento de Vaca Muerta, la realidad que atraviesa YPF, la mayor petrolera del país, es bien distinta. Los últimos números la sitúan en una compleja situación financiera, y el clima hacia el interior de la empresa es de preocupación por los ajustes que se vienen, y la posible descapitalización que se avecine en poco tiempo, por las decisiones del directorio.
Recientemente, una de las noticias que dio con bombos y platillos, Horacio Marín, el CEO de la compañía, es el supuesto avance en el acuerdo con la italiana ENI, para comenzar el proyecto llamado "Argentina GNL", que supone la construcción de dos buques de licuefacción del shale proveniente de la Cuenca Neuquina, para exportar Gas Natural Licuado desde las costas del Mar Argentino.
Sin embargo, esta foto con Claudio Descalzi, el CEO de ENI, para anunciar el avance del proyecto, ya es una figurita repetida. Una fuente del sector señala que "ya es la tercera vez que hacen el mismo anuncio". Y, ciertamente, luego de meses y meses del primer anuncio, aún no está firmada la Decisión Final de Inversión (FDI), el paso principal para avanzar con el proyecto.
Los especialistas en el sector, ponen en duda que una petrolera de las dimensiones de ENI, pueda llegar a realizar un desembolso de capital tan significativo como los u$s 25.000 millones que exige las primeras etapas del proyecto, por más que se anuncie participación de otros inversores privados. Quienes conocen la historia de ENI en nuestro país, recuerdan cómo incumplió acuerdos en el pasado, por lo que tuvo que retirarse del mercado argentino hace años atrás.
Además, el contexto del mercado de GNL pone más dudas sobre el proyecto. Si bien existe demanda de GNL, el CEO de Shell, Wael Sawan, minimizó los grandes anuncios que se están haciendo en la región respecto de este insumo energético. Cuestionó "la expansión acelerada del gas licuado "no es económicamente del todo racional" y se mostró "sorprendido" por la cantidad de proyectos aprobados en la región.
Achique de planta y expertos en peligro
En el anuncio que compartió con Descalzi, Marín confirmaba que el proyecto ARGENTINA GNL, generará 50.000 puestos de trabajo. Mientras que puertas adentro de la empresa hablan de un plan 4X4, esto es "los mayores de 40 afuera". Sería una reducción más que significativa, no sólo por la cantidad de personal que quedarían desvinculados de la compañia, sino que afectaría directamente al personal más capacitado y especializado, que hicieron y hacen a YPF, la principal petrolera del país.
Ingenieros y técnicos de todo tipo que trabajan en distintas áreas, quedarían afuera, por lo que el vaciamiento por decisión del Estado sería absolutamente destructivo desde todo punto de vista.
Números en Rojo
Cuando Horacio Marín desembarcó en YPF, había prometido multiplicar por cuatro la acción de YPF. Si bien en 2024 el clima de los mercados financieros ayudó a que la acción suba desmesuradamente, en 2025 una serie de factores como la caída de la rentabilidad, el bajo flujo de caja y el nivel de ingresos estancados hicieron que la acción se desplome.
Los ingresos pasaron de USD 4.608 millones a USD 4.641 millones entre trimestres, una variación mínima que encima equivale a una caída del 6% interanual. Mientras que el El EBITDA bajó de 1.245 a 1.124 millones, retrocediendo 7%. El resultado neto fue aún más elocuente: pérdida de USD 10 millones en el primer trimestre y apenas USD 58 millones de ganancia en el segundo, un 89% menos que en 2024.
Asimismo, y pese a los reiterados anuncios por parte de Marín, por el lado de la inversión tampoco hubp crecimiento real: el CAPEX cayó de USD 1.214 a USD 1.160 millones, una baja del 3%.
El flujo de caja libre se mantiene hundido en terreno negativo: 957 millones en el primer trimestre y 365 en el segundo. En total, más de USD 1.300 millones evaporados en seis meses.
Y no menos grave es el crecimiento de la deuda que viene tomando la empresa: la deuda total subió más de USD 1.500 millones desde que asumió Marín y el ratio de apalancamiento pasó de 1,8 a 1,9, si bien parece una diferencia mínima, dentro del mercado de capitales significa mucho
A esta situación financiera comlicada, se suma un gran problema, el asesor presidencial Santiago Caputo, tomó a la compañia como una caja de financiamiento de pauta publicitaria a distintos medios de comunicación. La empresa destinó más de 87.000 millones de pesos en pauta entre 2024 y 2025, más que en los tres años anteriores combinados.
De esta manera, tal como sucedió durante la privatización con Repsol, la petrolera argentina, camina rumbo a su destrucción.